Aries es aguerrido y determinado, Tauro es experto en relaciones y en hacer sentir bien a otras personas, Cáncer es maternal y sacrificado… todos hemos leído y releído esas descripciones de la personalidad de nuestros signos zodiacales, y hay muchas cosas con las que nos sentimos totalmente identificados, pero también hay cosas que no nos cuadran, especialmente cuando miramos a nuestro alrededor y tratamos de encontrar la personalidad zodiacal en otras personas. Leemos las descripciones de su signo y nos parecen maravillosas, queremos a un sensual y apasionado Escorpión, a un protector Libra o a ese Leo que hace todo por tener bien a su manada, pero cuando lo contrastamos con la realidad, terminamos decepcionados. El Géminis imaginativo resulta chismoso, el Virgo perfeccionista sólo lo es cuando se trata de exigir y no de dar o el Sagitario explorador terminó explorando tantas relaciones que se le olvidó que ya tenía pareja.
Esto sucede por una simple razón, todo en esta vida tiene dos lados, dos caras de la moneda que necesitamos comprender, no puede una persona ser simplemente esos dos párrafos que has leído sobre su personalidad y ya. Es cierto, nuestro signo zodiacal define mucho sobre quiénes somos, pero hay otros factores que debemos tomar en cuenta para entender a alguien, esos factores son, principalmente, su historia y su punto de desarrollo.
En cuanto a su historia, recuerda que todos tenemos una tendencia natural a actuar de cierta manera, pero también vamos aprendiendo lecciones conforme la vida nos va poniendo pruebas, y entendemos que, aunque a veces quisiéramos hacer algo, también el aprendizaje nos muestra que debemos tomar otro camino. Todos tenemos una manera de ser, y sin embargo, también aprendemos a regularla de acuerdo a nuestro entorno. Si siempre hiciéramos las cosas nada más a nuestra manera, tendríamos un montón de problemas encima, o simplemente no nos podríamos relacionar con otros. Imagina esto, hay signos que no son compatibles, pero estamos forzados a convivir con ellos porque son nuestros padres, hijos, jefes, abuelos, amigos cercanos o tenemos alguna otra relación importante, con ellos hemos aprendido a controlar un poco nuestro temperamento para no tener conflictos constantes. Esta es una de las razones por las cuales no se puede esperar que alguien actúe siempre de una manera, simplemente la vida le ha enseñado a adaptarse.
Otra razón es que esas descripciones que leemos en sitios de internet, libros sobre astrología o revistas son simplemente un resumen del signo, y generalmente lo describen en su versión ideal, como el producto final de su desarrollo. Leo es un excelente líder, pero primero tiene que quitarse los miedos, aprender a ser un guía confiable y no simplemente alguien que exige sin razones, Virgo es muy espiritual y apacible, pero primero tiene que aprender a controlar su ira y debe hacerse de todo aquello que le ayude a regular su temperamento. Todos nacemos con un camino y una meta, y tenemos que recorrer esa vía antes de poder decir que tenemos los atributos de cierto signo.
Además de esto, en el camino de nuestra vida no todo es avance, también hay retroceso. Lo que no aparece casi nunca en esas descripciones es el lado negativo de cada signo (claro, casi nadie está listo para aceptar esa parte que se tiene que corregir y se rechaza), sin embargo, eso no la hace menos presente ni evita que cause conflictos. En la otra cara de la moneda, cuando un signo no quiere desarrollarse o se vuelve destructivo, tiene cualidades negativas. Y es cuando encontramos que el apasionado Escorpión es también un infiel de primera, que el justo Libra tiene su propio concepto de lo correcto y lo retuerce siempre que le sirve para beneficiarse y hacer ver mal a otro, o que el rebelde Acuario no tiene una causa y sólo sabe llevar la contraria.
Entender esto es algo muy importante, porque nos ayuda a entender en qué punto nos encontramos de nuestro viaje de crecimiento, y qué podemos hacer para evolucionar y tener menos conflictos. No basta con que descubramos con qué signos somos compatibles para tener buenas relaciones, necesitamos estar en el punto de equilibrio y aprender a reconocer los comportamientos conflictivos para encontrar esa paz, debemos reconocer nuestras cualidades para poder desarrollarlas y encontrar nuestras debilidades para poder luchar contra ellas, es importante evaluar los comportamientos tóxicos que podemos tener para no repetirlos, y de esa manera, el camino a la felicidad se va despejando poco a poco.
Si esto te ha resonado, es porque estás listo para comenzar tu camino de evolución y para encontrar tu punto de equilibrio. En los siguientes días irá publicando un artículo especial por cada dos signos del zodiaco para que encuentres tu verdadero yo, no solamente esa versión idealizada ofrecida por tantos sitios. Con esto, aprenderás cómo actúas bajo estrés, qué cosas haces para alejar a las personas sin darte cuenta, cómo puedes resolver muchos de tus problemas y cómo llegas a fallar en tus relaciones. Aprovecha todo esto para meditar, para encontrar tu centro y para descubrir lo mucho que puedes crecer. Comenzamos.
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